February 24 – Traveling from Zoh-Laguna to Reserva Bicultural Kaxil Kiuic

We woke up to the morning chorus of parrots and the interminable rooster of Zoh Laguna. At 7:30AM we began our breakfast of fresh papaya, watermelon, and cantaloupe and finished with a scrambled tomato-egg mixture, refried black beans, and sliced avocado. Then we boarded the bus to begin our journey to the Kaxil Kiuic Private Biocultural Reserve. Along the way, we had to say goodbye to our lovely driver, Miguel but got to meet Hector who will accompany us the rest of the way. Halfway, we stopped at Dzilbalchen, a cute little town with vibrant red and yellow buildings to pick up refreshments and use a kind local restaurant’s baño (washroom). We also met another local who enthusiastically showed us his Huffy-brand bike and let Javier take it for a spin. As we approached our destination, we watched the landscape transform into semi-deciduous forests and the soil turned a rich burgundy-brown, indicating iron in abundance and a substrate that is more suitable for growing crops such as corn.

Arriving at Kaxil Kiuic, we were introduced to an incredible facility with beautiful crushed stone pathways that lead to tropical yellow huts (cabañas). We were welcomed with open arms by the director of the facility, James Callaghan, who has managed the private reserve for twenty years. We were escorted to our rooms, where we were pleasantly surprised, albeit trepidatious, to find colourful hammocks hanging from the ceiling – our sleeping arrangements! Shortly afterwards, our two lovely cooks Rosario and Wilvia served us a delicious lunch of chicken and mole verde, a stew-like dish with squash, potatoes, lentils and rice. After our nutritious and revitalising meal, we were taken on a tour around the reserve by James. He educated us about the endemic and introduced species of the area, as well as the historical use of the land by the Mayans long before the reserve was established. We learned about the Mayan practice of water conservation during dry-seasons, and the ways in which we should carry forward the same attitudes. As a final note, he reminded us of the significant role reserves play in conservation, recreation and education.

We finished off our hike by climbing up a steep hill to the top of an observation tower, where we looked out at the beautiful landscape of karst dome hills covered in forest interspersed with Guanacaste trees, and watched the sun go down behind the hills. We then returned for dinner which were Mexican pizzas paired with a tasty soup and corn chips. Shortly after we had our fill, James enlightened us of how agricultural practices influence the species of plants and animals in the area as well as the different institutions that have collaborated with Kaxil Kiuic. To end the day off, we listened to three more student seminar presentations and then headed off to our rooms to sway into a good night’s rest, serenaded by the chirping crickets.

Español

Despertamos con el coro matutino de loros y pericos y el interminable canto de los gallos de Zoh-Laguna a las 7:30am. Desayunamos ensalada de fruta (melon, papaya y sandía) además del plato fuerte de huevos a la Mexicana con frijoles refritos adornado con una rebanada de aguacate. Alterminar abordamos el autobús para nuestro viaje a la Reserva privada biocultural Kaxil-Kiuic. Antes de llegar nos despedimos de nuestro chofer Miguel quien cambio por otro llamado Héctor asignado para el resto del viaje. A la mitad de nuestro viaje paramos en el pueblo de Dzibalchén, un pueblo pintoresco y colorido con brillantes colores de roja y Amarillo principalemente. Compramos botanas y agua, mientras nos prestaron un baño de un restaurant local. Mientras esperabamos, conocimos a una persona del pueblo quien muy entsiasta nos mostró su bicicleta de marca Huffy que ofrecia a la venta como original, permitiendo a Javier dar una vuelta para probarla. Ya más cerca de nuestro destino, observamos como el paisaje se transformaba a un bosque semi-desciduo y el suelo era de color rojo intense, sugiriendo abundancia de hierro y un sustrato más favourable para cultivos como el maíz.

Llegamos a Kaxil-Kiuic, donde nos sorprendimos con las cabañas amarillas con techos de palma ubicadas entre senderos de grava blanca. Nos recibió con mucho gusto el Director de la Reserva, James Callagham, quien ha manejado la Reserva por al menos 20 años. Nos asignaron muestras cabañas donde nos sorprendimos al encontrar unas coloridas hamacas colgando del techo, las que serías nuestras “camas” para dormer los próximos días. Despúes de instalarnos, nuestras cocineras muy amables Rosario y Wilvia nos sirvieron una deliciosa comida de pollo en mole verde, mezclado a manera de estofado mezclado con verduras (calabaza, chayote, papas, lentejas y arroz). Después de esta nutritive y revitalizante comida, James nos dió un tour en los senderos de la Reserva, donde nos platicó sobre la historia de especies endémicas e introducidas en la Reserva, así como el uso histórico de manejo de recursos y de la tierra por los antiguos mayas. Aprendimos sobre la forma de cosecha y almacenamiento de agua durante la época de secas en los pozos artesanales “Chul-tún” y de como ese conocimiento nos debe hacer reflexionar sobre el uso del agua por nosostros en la actualidad. Como nota final, nos platicó sobre la function e importancia de las reservas en la conservación, recreación y educación.

Terminamos nustra excursión subiendo una ladera inclinada de un cerro donde se encuentra una torre de observación desde la cuál disfrutamos de un paisaje precisoso con bosque extensor entre lomeríos, destacando unos ároles de Guanacaste; nos quedamos en la torre esperando hasta la puesta del sol detras de las Colinas. Regresamos a la estación donde nos reunimos a la hora de la cena para comer “pizza Mexicana” (salbutes yucatécos) acompañados de una rica sopa con totopos de tortilla. Ya satisfechos, James nos platicó sobre las prácticas agrícolas mayas y su influencia en la flora y fauna local y sobre las instituciones que han participado y colaborado con la Reserva. Para terminar el día, se presentaron tres seminaries más por la tarde-noche para después regresar cansados a nuestros cuartos para un buen descanso meciendonos en las hamácas, acompañados de una serenata por grillos cantores.

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